El Moleteador M20 es una herramienta especializada diseñada para el moleteado preciso y eficiente en piezas que, debido a su esbeltez, no pueden ser trabajadas mediante técnicas convencionales de empuje.
Equipado con un juego de moletas de 1 mm helicoidales, el Moleteador M20 es capaz de realizar patrones de moleteado tanto rectos como en cruz, adaptándose a una amplia variedad de necesidades industriales y artesanales.
Su diseño incluye un husillo robusto que ejerce la presión necesaria para asegurar un moleteado uniforme y de alta calidad, sin comprometer la integridad estructural de las piezas delicadas.
Este moleteador es ideal para su uso en materiales cilíndricos, proporcionando un acabado de superficie que mejora el agarre, la estética y la funcionalidad de los componentes mecanizados.
Recomendaciones de uso:
Asegúrese de que la pieza esté correctamente alineada en el torno antes de iniciar el proceso de moleteado.
Ajuste la presión del husillo de manera gradual para evitar daños en la pieza.
Utilice refrigerante durante el proceso para evitar el sobrecalentamiento de la herramienta y la pieza.
Verifique que las moletas estén en buen estado antes de cada uso, para garantizar un acabado de alta calidad.
Realice una prueba de moleteado en una pieza de desecho antes de trabajar en la pieza final.
Recomendaciones de mantenimiento:
Limpie el Moleteador M20 después de cada uso para evitar la acumulación de virutas y residuos que puedan afectar su funcionamiento.
Lubrique el husillo y las partes móviles regularmente para garantizar un movimiento suave y evitar el desgaste prematuro.
Inspeccione periódicamente las moletas y reemplácelas si presentan signos de desgaste o daño para mantener la calidad del moleteado.
Puntos clave
Alta precisión: El Moleteador M20 permite realizar moleteados uniformes y precisos, gracias a su husillo que ejerce una presión controlada.
Versatilidad en el patrón de moleteado: Puede realizar tanto moleteado recto como en cruz, lo que lo hace adecuado para una variedad de aplicaciones.
Aumenta la vida útil de las piezas moleteadas al reducir el estrés en piezas esbeltas durante el proceso.
Mejora la ergonomía y seguridad del operador al ofrecer un método de moleteado que no requiere empuje, minimizando el riesgo de deformaciones.